▪
Se reflexionó sobre la
necesidad de continuar estudiando “protección catódica”.
▪
Se aprendieron nuevas
prácticas de protección catódica con base en normas internacionales
y prácticas recomendadas (RP).
▪
Se conoció la importancia de
las mediciones en campo.
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Se profundizó sobre tópicos
específicos: tipos de ánodos, backfill, accesorios, cajas, cables, entre otros
materiales y accesorios.
▪
Se aplicó una metodología
del curso que permitió integrar: teoría + práctica + lo existente en el mercado
(catálogo de materiales).
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Se aprovechó la potencia
del trabajo en equipo, integrando y utilizando todos los conocimientos y
las experiencias de cada participante y de la instructora (se aprovechó lo
mejor de cada participante).
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Se entregó una amplia
bibliografía de normas, material o libro de apoyo ordenado y artículos técnicos
en formato digital (CD).
▪
Se utilizó una metodología
que facilita el aprendizaje por ser didáctica y sencilla que permite que el
alumno con pocos conocimientos, pueda aprovechar.
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El curso fue muy dinámico con
una distribución de los participantes en “U” que potenció la participación.
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Se desarrolló en un ambiente
de cordialidad, compañerismo y familiaridad. Además de entretenido y ameno
con una “interacción y conexión constante” con cada participante.
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Transmisión amplia de conocimientos
de un tema que hasta ahora, ha sido poco conocido y profundizado.
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Análisis y debates de los
puntos de interés particular.
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Superación de paradigmas
y resolución de “tabús” en el área de protección catódica.
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Equipo multidisciplinario que compartió en un 100%
sus conocimientos.
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Fundamentos de diseño
teóricos y empíricos.
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Conocimientos para
evaluar/auditar/corregir errores de sistemas de protección catódica existentes.
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Se mantuvo un orden:
“sabíamos a cuál puerto íbamos y a ese puerto llegamos” (a través de la
redirección constante de la ruta del curso).